¿Qué es mediumnidad?


Mediumnidad es una facultad del espíritu humano que posibilita una comunicación entre los vivos (encarnados) y el alma de los muertos (desencarnados).

Ella se manifiesta de múltiplas maneras.

La mediumnidad intuitiva es innata al espíritu de todos los seres encarnados.

La fuerza de esta mediumnidad varía de individuo para individuo, según el desarrollo que cada uno alcanza a cada encarnación.

El medium es un elemento de conexión entre los dos planes – el físico y el psíquico – y esa es la razón por la cual casi siempre se revelan, por su intermedio, los fenómenos psíquicos.

A servicio del Racionalismo Cristiano médiums y amparos nada deben temer; en primer lugar porque están seguros de sus conocimientos y saben como actuar en defensa propia; en segundo lugar, porque cuentan con la ayuda de los Espíritus del Astral Superior, con los cuales se conectan a través de pensamientos elevados y por la disciplina por ellos intuida.
Cuanto más sensible el individuo, mayores posibilidades tiene de captar las vibraciones.


El espacio está repleto de esas vibraciones, que son diferentes unas de las otras; cada vibración captada puede producir una revelación o fenómeno correspondiente.

La retina del ojo humano puede captar vibraciones de la luz solar, pero no las de la luz astral, a no ser cuando interviene un médium con su sensibilidad a través del fenómeno muy conocido de la clarividencia.

El médium de incorporación puede desdoblarse, en determinadas condiciones psíquicas, y este fenómeno, si practicado con disciplina, es de gran utilidad.

Desdoblamiento es el alejamiento del espíritu de su cuerpo astral, del cuerpo físico del médium, por algunos momentos, quedando conectado a él por cordones fluídicos.

Lo que pasa con todas las personas durante el sueño ocurre con el médium de incorporación cuando despierto, en trabajos de desdoblamiento.

La mediumnidad intuitiva está íntimamente conectada a la estructura del órgano telepático embrionario, que es un reflejo de la sensibilidad psíquica, cuyo desarrollo se denunciará a su tiempo.

Consecuentemente, la mediumnidad intuitiva, la de incorporación y las funciones rudimentarias del incipiente órgano telepático completan, en acciones coordenadas y complementares, la suma de tres talentos espirituales, cuyo desarrollo, cuando bajo rigoroso control, ofrece los más perfectos resultados en la captación de pensamientos de espíritus, desencarnados o no.

En las corrientes formadas por los Espíritus del Astral Superior, los médiums transmiten voluntariamente, de una manera general, lo que los espíritus les comunican; como los médiums, sin embargo, no pierden el control sobre ellos mismos.

La mediumnidad, como todas las facultades espirituales, se desarrolla gradualmente a cada encarnación.

La facultad mediúmnica es una de las más importantes, por la influencia que ejerce en la existencia de cada uno.

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