Terapia Cuántica
Una Terapia Cuántica requiere que el terapeuta consiga reconocer las resonancias patológicas de cada enfermedad y realice una aplicación adecuada de fotones, con ello todas las células se unifican en un mismo eje de vibración, lo que permite a toda la estructura física resonar armónicamente como si fuese una totalidad unificada.
Las técnicas de la Medicina Cuántica están diseñadas para unificar el núcleo del sistema cuerpo-mente. En ese núcleo se inicia el proceso de curación, y para alcanzarlo hay que traspasar los niveles más elementales del cuerpo, es decir, células, tejidos u órganos, hasta llegar al punto de encaje entre materia y mente.
En otras palabras, los estímulos cuánticos recuerdan a las células su original función tal como está concebida en el cuerpo mecánico cuántico.
La Medicina Cuántica corrige los errores de significación mental, lo que permite resolver la impresión vital que retiene el flujo de energía esencial.
Ello se traducirá en un restablecimiento de la interrelación de las unidades energéticas, equilibrio en los vectores de luz, recuperación de los programas morfo genéticos y normalización en el flujo de energía vital.
Si esto es realizado por un experto, es indiscutible la posibilidad de recuperar las funciones de los órganos internos.
La salud puede ser recuperada, a menos que interfiera alguna nueva situación que provoque un desequilibrio energético y altere nuevamente los programas morfo genéticos del cuerpo cuántico.
Enfermedad y Dolencia
Para comprender la diferencia entre enfermedad y dolencia, se requiere tener la mente abierta y una actitud de “puede ser posible”. La enfermedad pertenece al cuerpo físico y generalmente se considera que es causada por elementos externos como virus, bacterias y otros.
La dolencia es algo interno poco fácil de explicar. Es como un sentirse mal sin motivo aparente, es algo que se siente en lo interno, como un cansancio emocional, un abatimiento, una debilidad inexplicable; ello se debe a un quiebre en la energía esencial del cuerpo cuántico. La dolencia se anida en el cuerpo cuántico, en cambio la enfermedad se localiza en el cuerpo físico concreto.
Así se explica que una persona puede padecer de una enfermedad y no sentirla. También es posible encontrarse en la práctica clínica con personas que experimentan una dolencia sin experimentar una enfermedad física. Las enfermedades llamadas psicosomáticas son dolencias y no enfermedad.
Con todo lo señalado es posible comprender que la enfermedad física puede tener diversas causas, es decir, causas externas, internas, mentales y de desconocimiento. Por ello, es aconsejable que una enfermedad sea estudiada en todos los niveles. Por tal motivo un trabajo mancomunado como equipo de salud, donde se respeten los espacios del saber de cada disciplina, de cada especialista, tanto en lo físico como en lo cuántico y bioenergético es indispensable.
Una enfermedad puede manifestarse con determinados síntomas en el nivel físico, determinados sentimientos y malestar en el nivel vital, y determinados errores de significación a nivel mental; todo esto conjuntamente con cierta sensación de soledad y abandono, que es la característica inconfundible de ignorar la existencia de la entidad cuántica, denominada doble o cuerpo cuántico, lo que provoca separación y dolor.
WOW ! que interesante! y tiene mucha lógica , muchas gracias por esta explicación de tu trabajo ! Besos y saludos desde Ciudad de México ! Patricia Zamora
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