¿Qué es el Ego espiritual? ¿Porqué me impide "hacer milagros "?

Cuando comenzamos a transitar el camino espiritual, buscamos la perfección en nuestras vidas. Tratamos de mejorar nuestro carácter, costumbres, ideas, alimentación y hasta la vida social.

A veces, hacemos sacrificios con el fin de alcanzar una vida más plena y feliz; sin embargo, muchas veces no llegamos al estado de éxtasis o plenitud que anhelamos.

La decepción puede llevarnos a rechazar la disciplina que habíamos emprendido, o en el peor de los casos, puede desmoralizarnos a tal punto de pensar que “Dios se ha olvidado de nosotros”.

Cualquiera sea la reacción, ésta sólo nos está señalando que hemos cometido un error. Y un error puede ser corregido.

El Universo funciona como una gran computadora: hay que saber presionar las teclas adecuadas para obtener lo que se desea. Cuando no lo estamos haciendo, la computadora se detiene, espera fría y silenciosamente la señal eléctrica correcta.

¿Cuáles son? Algunas escuelas han tergiversado estas enseñanzas, quizá sin ninguna mala intención, con lo que han llevado a muchas personas a cometer errores y a frustrarse en sus expectativas.

Algunos de los errores más comunes son los siguientes:



1. ENVOLVERSE EN UNA BURBUJA DE PROTECCIÓN, EN UNA LUZ, EN COLOR, O EN CUALQUIER OTRA FORMA QUE PROTEJA DE LOS PELIGROS QUE EXISTEN AFUERA

Lo único que logra este tipo de ejercicio es fomentar la idea de que algo externo puede tener más poder que nosotros. Nuestra mente percibe que hay algo allí afuera que puede, por ejemplo, lastimarnos o hacernos daño.

Pero, según las enseñanzas espirituales, TODO ES DIOS; por lo tanto, nada puede hacernos daño. En realidad, debería practicarse algún tipo de ejercicio de reconocimiento de la seguridad personal. Este ejercicio podría decir: “Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo, estoy rodeado de hermanos, vivo en el mundo que Dios ha creado y sólo veo amor en todas partes”. En síntesis, al elegir qué ejercicio mental o meditación hacer, se deberá buscar aquel que nos recuerde la naturaleza divina de la vida y no el peligro que percibe nuestro ego.

Dicho de otra manera, aquello que “sentimos” internamente que es así es lo que toma forma en el mundo externo.

La repetición de palabras carentes de emoción no es efectiva. Por lo tanto, si yo repito “Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo” pero no me siento realmente seguro, de nada me servirá. Es necesario seleccionar ejercicios mentales, meditaciones o visualizaciones que fomenten las creencias de: paz, armonía y prosperidad.




2.ENVIAR LUZ A OTROS PARA QUE MEJOREN

Se puede enviar luz o energía a otras personas para que se curen de cierta enfermedad, para que mejoren su situación económica, su vida afectiva, y demás.

La mayoría de estos ejercicios se parecen más a una forma de manipulación que a una verdadera ayuda espiritual.

Primero y principal: si se va a ayudar a otro, hay que asegurarse de que la persona lo pida y lo necesite.

Si esto no se da, tenemos que trabajar con lo que estamos percibiendo, porque “el problema” es algo personal que nos atañe a nosotros mismos y no a la persona que está sufriendo.

La mayoría de los problemas son sólo momentos de prueba que está viviendo un individuo; son necesarios y muy útiles para el “despertar de su conciencia”.

Nunca sabemos en realidad desde afuera cuán importante puede ser para cada persona la situación que está atravesando en determinado momento. Podemos percibir esa situación como algo terrible, doloroso, injusto o innecesario, pero cualquiera sea nuestra interpretació n nunca será correcta ni completa.

En lugar de enviar luz a otros cada vez que veas una situación difícil, comienza por enviarte luz a ti mismo para que tu Guía Interior te haga ver la Verdad que está operando en dicha situación.



3.CREER QUE VAMOS HACIA DIOS, QUE EVOLUCIONAMOS ESPIRITUALMENTE

No vamos hacia Dios, YA ESTAMOS EN DIOS.

Todo lo que nos rodea forma parte del gran cuerpo universal de Dios. No evolucionamos espiritualmente.

Nuestro Espíritu es Perfecto y Completo; no puede ni tiene que evolucionar.

Lo que queremos significar con eso es el despertar de nuestra Conciencia a esa perfección y cuanto más rápido lo hacemos, más plenos y felices vivimos.



4.ANGUSTIARSE O PREOCUPARSE CUANDO HAY UN FAMILIAR ENFERMO O ATRAVESANDO ALGÚN TIPO DE CRISIS

Si interpretamos nuestro pesar desde otro nivel, esto significa que creemos más en el poder de la enfermedad o la crisis que en la solución.

Cuando te afliges por la enfermedad de un ser querido, agravas esa enfermedad, le das más fuerza y poder.

La solución es hacer un esfuerzo personal y reconocer que, más allá de nuestro entendimiento, hay una Inteligencia Superior que está actuando y que tiene el poder de restaurar completamente a nuestro ser querido, si así lo desea dicha persona.

Lo mismo ocurre con cualquier tipo de problema o crisis. Si nos afligimos, es porque nuestro ego ha aceptado que hay una fuerza más potente que el Poder Divino.



5. CREER QUE UNO HA SIDO “ELEGIDO” POR DIOS

Muchas personas que estudian en escuelas esotéricas se sienten especiales y evolucionadas.

Sienten que Dios los ha conducido al lugar adecuado para su crecimiento y evolución; que la información que va a recibir es muy importante y no puede divulgarse a personas que no están tan evolucionadas, porque no tienen la capacidad para entenderla o para darle un buen uso.

Esta presunción se convierte en una forma de arrogancia, nada espiritual, que nos hace pensar que somos privilegiados, especiales, elegidos y que los demás están descarriados o perdidos en la vida.

Esta forma de arrogancia también se ve en las religiones que se sienten propietarias de Dios. Si uno no sigue su culto, está perdido.

En el Universo existe un solo Dios y es el mismo para Todos.

Todos somos iguales ante los ojos de Dios. Para Él, nadie está más adelante ni más atrás.

Nadie vale más ni menos. Cualquier interpretación y clasificación como ser especial corresponde al terreno del ego humano y no al terreno de lo divino.



6.SACRIFICARSE POR OTROS

No hay nada más inútil e insatisfactorio que sacrificarse por los demás. Las tareas que se hagan por los demás deberán hacerse con amor o, de lo contrario, evitarse. Todo lo que se hace con amor es placentero; por lo tanto, no pesa ni molesta. Por el contrario, todo lo que se hace con sacrificio genera presión interna, rencor, enojo, molestia y a veces, hasta odio.

La próxima vez que vayas a sacrificarte por alguien, pregúntate primero si ese alguien te lo pidió. La actitud de mártir no lleva hacia Dios como muchos creen, sólo el camino del amor.

Haz las cosas con amor o no las hagas.



7. DEPENDER DE AMULETOS, ESTAMPAS RELIGIOSAS, CRISTALES, VELAS, IMÁGENES, O CUALQUIER OTRO TIPO DE ELEMENTO.

Es cierto que los materiales tienen su propia energía y que el contacto con ellos (en especial, con ciertos cristales cuarzos) produce cambios en nuestra vibración personal y que pueden ayudarnos en el proceso curativo.

También es cierto que algunas figuras, imágenes y colores producen reacciones psicológicas que nos estimulan; a veces para bien, otras para mal.

Las estampas religiosas y otros objetos, tales como cadenas con cruces, estrellas de David y demás nos recuerdan nuestras posturas espirituales. El problema es que la mayoría de estos elementos se convierten en amuletos y les damos más poder del que en realidad tienen.

Vivir pendiente de un objeto es limitar la Presencia Divina a ese objeto. Dios es Omnipresente: está aquí, allá y en todas partes.

Vivimos en un Universo Mental. “Todo lo que Creemos se hace Realidad“. ¿Por qué no creer entonces que el mejor amuleto con el que cuento es mi Naturaleza Divina?

Nadie ni nada puede despojarnos de lo que somos realmente.




8.CREER QUE UNO PUEDE GUIAR A OTROS.

Sentir que gracias a uno otras personas se iluminan o, al revés, que la presencia de otros nos devuelve la luz es pura ilusión del ego.

La verdadera Guía es Interna, es tu Intuición, la Voz de tu Espíritu.

Muchas veces esa voz coincidirá con lo que escuchas de afuera y pensarás que alguien te está guiando. Pero, apenas aceptes a alguien como tu ídolo, comenzarás a fabricar tu propia decepción. Ocurre lo mismo si alguien te ha entronizado y te ha tomado como líder; en algún momento los problemas de tu vida personal lo decepcionarán.

Todos aprendemos y enseñamos al mismo tiempo. Por tal motivo, es conveniente mantener una actitud receptiva hacia las señales que recibimos de nuestro entorno y ver qué resonancia producen en nuestro interior.

Por eso, es conveniente practicar meditación y ejercicios de relajación para poder escuchar esa voz. Si vives de prisa, tenso, angustiado y con un ritmo acelerado, seguramente no oirás la “voz de tu intuición” y buscarás guías externas.

Hay personas que son muy positivas y estimulantes y podrán ayudarte en un principio.

Evita idolatrarlas y evita también ser idolatrado. Recuerda siempre que la “Guía más válida y acertada está siempre dentro de ti.



9.CREER QUE LOS MAESTROS ESPIRITUALES SON AQUELLOS QUE NOS PROVEEN DE LA INFORMACIÓN TEÓRICA

Tendemos a caer muy fácilmente en la creencia de que las personas que nos enseñan son adelantadas y que ya han superado muchas pruebas en su vida. En algunos casos, esto es totalmente cierto; en otros, no. El hecho de que una persona transmita una determinada información no la coloca en un grado superior. Debes recordar que cualquier forma de idealización o selectividad corresponde al terreno del ego.

Los verdaderos maestros espirituales son aquellos que nos ponen a prueba y vienen “disfrazados” de hijos, padres, jefes, amigos, enemigos, animales, plantas y demás.

Son aquellos que nos traen problemas. Ellos son los que realmente nos enseñan las lecciones que tenemos que aprender porque nos ponen a prueba.

sus casas y se pelean con sus familiares, critican a sus vecinos, odian a sus jefes, a los políticos, a los animales, a individuos de otras razas o culturas. Ellos todavía no han aprendido la lección y la vida los llevará a enfrentarse una y otra vez con la misma situación o persona… hasta que aprendan a mostrar amor.

Existe una Ley en el Universo: Todo lo que nos molesta, complica, enreda, o todo lo que odiamos, se nos “pega”. Esto ocurre hasta que aprendemos a amar la situación.

Entonces, ese problema o esa persona se convierten en el maestro espiritual de ese momento.




10.CREER QUE UNO NO PUEDE ENFADARSE, TEMER, O SENTIR CUALQUIER OTRA EMOCIÓN NEGATIVA POR ESTAR EN EL CAMINO ESPIRITUAL

Esta creencia nos lleva a una gran represión de la ira y de los enojos, que hacen su reaparición más tarde bajo la forma de rencor, crítica o rechazo.

Mientras estamos en el plano terrenal, vivimos las sensaciones y las emociones de este plano.

Algunas de ellas son muy placenteras, otras no.

En realidad, uno sí puede evitar enojarse, o asustarse o angustiarse, pero eso exige un entrenamiento.

Sé amable contigo mismo y de vez en cuando, date el permiso necesario para maldecir, golpear un almohadón, gritar, llorar y expresar, como mejor te resulte, todas las emociones negativas que te toca vivir.

La mayoría de los errores aquí enunciados están generados por la actitud crítica de nuestro propio ego. El ego no puede desaparecer porque necesitamos de él para actuar en este plano.

La “solución” es ponerlo alineado con nuestro Espíritu, así vibraremos más alto y potenciaremos los dones que todos tenemos y son complementarios con nuestros hermanos.


Pasos para liberarse del Ego:

-->  Liberarse de la necesidad de competir, de odiar, la envidia, necesidad de ser reconocido,  de tener más, de tener razón y poseer cosas y personas; son algunas herramientas para que despertemos cada vez más. 


Abrazos de luz.

Tomado de tu luzinterior.com, editado por MR

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